
Foto: @El Correo Digital
Veinte años ha tardado en salir a la luz el que pudo ser uno de los proyectos industriales más ambiciosos de Euskadi, «Carmen», una apuesta del ingeniero de Amorebieta José Ignacio López Arriortua «Superlopez», que pretendía poner en su pueblo natal una factoría que pudiese desarrollar y fabricar este y otros vehículos, con los nombres de «Pilar», «Lourdes» y «Begoña».
El prototipo, diseñado por la ingeniería MSX y que cuenta con un motor del fabricante alemán FEW, ha estado guardado en el sótano de la sede central de Kutxabank, del que tan solo ha salido para participar en la exposición sobre el automóvil que ha organizado Acicae, la agrupación de empresas del sector del automóvil de Euskadi, y que cuenta con 10 prototipos de coches y 9 motocicletas fabricados en Euskadi o cuya producción está relacionada con la industria automovilística vasca.